El guepardo es un excelente cazador debido a la combinación de velocidad y poderosas mandíbulas, usan sus ojos para encontrar a sus presas en lugar de confiar en su sentido del olfato, y pueden ver el movimiento de animales desde largas distancias para luego planear con cuidado el ataque.
Las hembras son cazadoras solitarias a excepción de cuando tienen cachorros mayores para ser entrenados en el proceso y que puedan cuidar de sí mismos en el futuro. Los machos cazan en grupos de dos a seis individuos.
Una función muy importante de la hembra es la de enseñar a sus crías a cazar con éxito. Cuando los cachorros cumplen cerca de seis semanas de edad van a acompañarla a la caza, ella derribará a la presa y luego el o los cachorros vendrán y se alimentaran con su madre, cuando tienen cerca de seis meses de edad sus hábitos de caza van a cambiar. La madre guepardo va a capturar presas vivas y luego dejará que los jóvenes cachorros practiquen para matarlo, una habilidad muy importante que deben aprender pues deben ser capaces de hacerlo cuando se les abandona, a los 1 o 1 ½ años de edad. Si no pueden cazar con éxito, entonces no serán capaces de sobrevivir.
La mayoría de las veces el guepardo irá tras los más vulnerables cuando se trata de su presa, tomará nota de los jóvenes fuera del alcance de la protección de sus madres, también se alimentan de los enfermos o de los animales de más edad que no son “capaces de moverse lo suficientemente rápido” como para escaparse.
Las fuentes de alimentos del guepardo pueden ser de hasta 85 libras de tamaño, incluyen a la gacela, cebras y el ñu. A veces, las aves y los conejos se convierten en sus presas cuando presas más grandes son difíciles de encontrar.
Capturan a sus presas corriendo extremadamente rápido abalanzándose sobre ellas, a medida que la presa cae el guepardo hunde sus afilados dientes en su cuello y lo mata casi al instante. El guepardo consume la mayor cantidad posible de lo que mata, el objetivo es comer lo más rápido posible antes de que lleguen otros depredadores, puede consumir cantidades muy grandes de carne cuando se encuentra fácilmente disponible.
El guepardo no se abalanzara tras todas las presas que ve, es consciente de que su propia supervivencia recae sobre su rapidez y en caso de lesionarse, entonces podría morir de hambre, si no son capaces de capturar a sus presas con éxito dentro de un minuto de persecución se dará por vencido. El guepardo tiene un índice de éxito del 50%.
Son animales limpios cuando se trata de sus hábitos alimenticios, no consumen la piel, los huesos, o los órganos de los animales que matan. Cuando huyen lejos de una presa que han matado, no volverán a ella, incluso si otro depredador ha dejado parte de esta. En caso de que cualquier animal, incluyendo la hiena, llegue a donde el guepardo se está alimentando, este último abandonará su fuente de alimento.
Rara vez se dedican a cualquier tipo de lucha, saben que su supervivencia depende de su capacidad para ser rápidos, y en caso de lesionarse podrían morir de hambre.
A menudo, puede ser todo o nada para el guepardo, a veces se alimentarán con una base diaria, y otras pasarán varios días antes de volver a comer, por esto nunca dejan pasar la oportunidad de conseguir a una presa cuando son capaces de hacerlo, y van a comer tanto como les sea posible. Ese alimento extra puede ser almacenado en el cuerpo, puede deban vivir de las reservas de grasa hasta que vuelvan a matar.